martes, 15 de enero de 2019

ESPERÁNDOTE





Aquí estoy sentada en el peldaño del tiempo  
esperándote llegar.
Pero no vienes, no llegas cansado o alegre,
no asomas tu figura al doblar la esquina,
no dices las palabras mágicas
que encienden de rojo mis mejillas
y llenan mis ojos de lágrimas peregrinas.

 No llegas,
y sigo esperándote hasta que  anochezca
aunque pasen los días y sus noches eternas,
los meses  esquivos, los años, mas, no llegas.
La espera está sentada a  la puerta con paciencia,
la dejo por un rato para tomarme un mate,
la dejo hasta que pase la lluvia liviana,
el sol baje sus brazos dormidos
y no aumente los surcos en mi rostro.

Yo esperándote, 
no es un reclamo, no es un presagio,
no pierdo los minutos en esta larga espera,
los uso para imaginarte, para conversar contigo.
Ya casi no veo la famosa esquina,
ya casi no escucho tus cansados pasos,
porque cuando llegues, vendrás cargando las historias,
las alegres y los desvelos.

Por eso te sigo esperando, a pesar de que ya no veo.
Todos los vecinos me saludan cada día,
me gritan,¡ abuela!, ¿sigues esperando?
y yo, yo sonrío con una mueca de esperanza
y contesto con melancolía:
Sí vendrá, ya viene a entibiar mi vida,
 ya escucho sus pasos por el largo camino.
Sí, hoy si llegará te lo aseguro, porque estoy sintiendo,
queda poco en esta rutinaria espera,
presiento  una sombra cercana y silenciosa,
viene a hacerme compañía.
Y no quiero partir antes de  que llegues
y se apague la luz, el entendimiento,
y pienses que no te esperé
que olvidé que ya venías.

Sentada en  esta tarde de primavera
a la orilla de una duda que se esconde,
te sigo esperando, aunque tú, 
tú, no lo creas…

martes, 1 de enero de 2019

AÑO VIEJO




Año Viejo, te vas astillado y maltrecho,
con tu calendario de días a cuestas.
Un año convulsionado de trágicos sucesos,
lleno de vicisitudes extremas.
Toma tu maleta, llévate los malos momentos,
saudades que nos llenan  los sueños
de imperecederas promesas.

Año acabado, tienes tus bolsillos repletos,
buenos y malos vaticinios,
risas y obstinadas quejas.
Ve en paz, ya  tu tiempo se agotó
en la bitácora del diario de vida,
habrán quedado huellas
inconfundibles, aterciopelados recuerdos,
trágicos instantes.

Año longevo,  estás extinguido, un nuevo reemplazante
espera el lugar de tu rutina
y trae flamantes bríos, energía incontrolada.
Déjale el lugar, ya no puedes mantener tu posición,
vete a tu retiro final bajo el crepúsculo de tu ciclo.

Márchate con tu bajel de recuerdos finalizados,
llévalos al rincón del desván
en donde algún día, alguien los encontrará,
con sus páginas sepias difíciles de descifrar,
queriendo emprender el vuelo a otra dimensión.