martes, 1 de julio de 2025

MADRE


 

Madre, te vas volviendo invisible cada día.

Apenas rozas los muebles y pasas como un halo

escapando de la noche.

Nadie escucha tu reclamo,  el  cantar de tus melodías,

los poemas que recitabas de memoria.

Nadie te llama con voz de niño, y pide un beso de buenas noches,

 sin embargo,  no dejas de enumerar las tareas que ya no haces,

solo te vuelcas en todas las cosas dejando el aroma de tus manos.

 

Madre, ¿estás despierta? Puedes oírme murmurar,

lo triste es que estés aquí mismo, pero ausente,

ajena al trajín de tu casa, de las flores de tu jardín,

al corretear de tus nietos, desordenando tus pensamientos.

 

Sabemos que ya no  volverás, el tiempo selló tu entendimiento,

urdió una tela invisible a tu alrededor,

te trasladó a una dimensión desconocida

donde no hay nexos con el pasado, presente y  futuro.

Madre, tus hijos ya te están olvidando,

como un mueble que yace en el rincón sin uso,

mas tú no te alteras, no reclamas como antes,

 vagas  en un mundo diferente,

 conversas con fantasmas del pasado que atraen tu  atención.

 

Madre, ensimismada en  un punto invisible

te dejas llevar como un niño,  mientras te alimentan,

te cambian las ropas, te peinan los cabellos,

mientras Ibis, una de tus hijas, entona y te invita a cantar con ella,

eso te gusta, tu memoria  trae el verso y tarareas,

es hermoso  escucharte como si revivieras por un instante,

y vuelves a estar entre nosotras

hasta que termina la melodía…

Hasta que te alejas, sumida en mundos lejanos.

 

lunes, 16 de junio de 2025

EL HOMBRE VIRUS

 

El hombre virus camina por ahí, se desliza furtivamente por la pared vecina,  atisba que no haya nadie cerca  que lo pueda aniquilar con un pulverizante que los mismos alienígenas han entregado para su aniquilación. Está orgulloso de su semejanza con el humano, le costó, pero al fin logró confundir a sus víctimas. Es tan dañino que la tierra lo ha tratado de expulsar en reiteradas ocasiones sin resultado, siempre encuentra un aliado que lo defienda y lo esconda.

Su apariencia es muy semejante al homo sapiens, ha adquirido sus modales y  su aspecto que puede pasar desapercibido entre la muchedumbre, solo que es una careta para poder seguir eliminando  al humano, según el mandato de sus superiores o sus  creadores. No a todos van a eliminar, solamente a aquellos seres rebeldes a sus órdenes,  a los que no creen en nada y siguen  su batalla sin que los amedrenten  sus amenazas.

El hombre virus está satisfecho de haber sido el portador de un problema más potente y letal, él mismo sabe que es  un ente que  se apodera del cuerpo de los ancianos y débiles y despachándolos para el otro mundo. Los alienígenas que no están de acuerdo, luchan contra  esta nueva orden nacida de la codicia de ciertos humanos aliados con otros seres diabólicos, (los draconianos) que prefieren este planeta para sus fines destructivos y para estrujar las riquezas que yacen aún en la madre Tierra, sin  importarles que mueran los animales como también los hombres. Estos  seres se han apoderado de las mentes de los gobernantes, y los manejan como títeres a su propio interés. Lo terrible es que se alimentan de sangre, sobre todo de niños, de jóvenes y desaparecidos, que nunca son encontrados. Normalmente viven en cavernas  muy profundas,  y allí los retienen hasta ser aniquilados. Son seres muy “adelantados” venidos de otros planetas, tecnológicamente están muy bien adiestrados. Por el momento no quieren mostrarse en público, prefieren invadir la tierra lentamente, apoderándose  de las mentes de individuos que les harán más fácil la tarea.  Además están muy cómodos y protegidos que no necesitan hacerse visibles. Trabajan en la oscuridad, asechan a sus víctimas con ayuda  del hombre virus, algunos jóvenes descarriados son fáciles portadores de su maleficencia, les facilitan la infección hacia los adultos mayores o los débiles.

El hombre virus, tiene la apariencia de un hombre, pero es la creación de mentes diabólicas que  desean este planeta para sus propios beneficios. Ahora pretenden vacunar a todos los individuos del orbe, con el pretexto de combatir este virus, pero nuevamente  él se ríe y todos los que  lo crearon también, es una fantasía, una trampa astuta e ingeniosa de los draconianos  que se están apoderando paulatinamente de la Tierra, como lo estaban haciendo en tiempos remotos, esclavizando a los humanos para adquirir los metales y la sangre de los primeros habitantes del planeta. Solo que les fue mal,  otros alienígenas, de brillante luz, los expulsaron hacia el inframundo de la Tierra. Ahora, después de amenazar a la humanidad con diversas  epidemias, han encontrado este virus que es más efectivo y  rápido para sus propósitos.

Lo único que el humano posee para su defensa, es un antivirus entregado por  los seres de luz y que aleja a este  engendro del mal  muy lejos de su aerosol. El humano, debe unirse y derrotar a esa élite de seres que  ya no son sino  una copia de terrestres sobre el cuerpo de un draconiano,  y  pretenden exterminar a los seres de este planeta azul. Solo el amor, la paz y la unión, harán imposible que  estos draconianos y su creación, puedan liquidar al humano de esta bella Tierra.

 


sábado, 31 de mayo de 2025

OTRO DÍA MÁS

 

 

El día se acerca a hurtadillas;

como un leproso hurga  en el basurero

 de la esquina,

descabeza el sueño con murmullos

 rumorosos.

 

Alumbra con ojos prosaicos la tierra,

la monotonía de las caras, piernas,

 calles, casas, rascacielos,

comida, carteles, empleos, crímenes,

 amores, prisiones blancas.

 

Acaricia con manos apergaminadas

las aceras hormigueantes

 de gusanos humanos;

toda esa ciudad erigida

 sobre el vacío abismo de la nada.

 

La miseria se derrama gota a gota

en pañuelos sucios de lágrimas viejas.

El día bosteza y vomita sus brillantes

semillas de angustia.

Con larga y oblicua mirada

en el azul de un amanecer eléctrico

surca  mercado abajo con alas desplegadas,

besando todo a su paso con besos tibios.

 

Es un enorme cóndor dorado

suspendido sobre la lenta marea del tráfico.

Amanece un día y otro día metalúrgico

en que la tierra resuena con chaparrones

de mineral amarillo brillante

para destacar más la miseria humana.


jueves, 15 de mayo de 2025

SIN PRESENCIA


 

Las sábanas reclaman tu presencia, están desorientadas, necesitan tu calor, acariciar la desnudez de tu cuerpo, besar tu pecho amable. Todo te recuerda y te aguarda. El invierno enfrió el ambiente, hay un rastro de melancolía deambulando los espacios, hurgando entre las cobijas.

Por la ventana se deslizan frágiles gotas de rocío, el aliento gélido del alba indica que fuera y dentro de la pieza, tú no has venido. No hay pisadas en mi puerta, sólo un semáforo parpadea a lo lejos aburrido de la espera, se duerme de tanto hastío. Mi corazón se desata en una lluvia agorera con la tristeza del tiempo que pasa frente a mi ventana.

¡Oh invierno!, besas con labios de hielo y quemas mis mejillas. No hay pañuelo que contenga estas horas enmudecidas. No hay un hombro que recoja un gélido abrazo. La brisa golpea suavemente los cristales, quiere que le deje el paso para calmar su prisa, mientras en el cielo relampaguea una nube en desafuero, se desata en inverosímiles lamentos.

Cuarto deshabitado de tu presencia, se oscurece y reina el laberinto indescriptible de la soledad. El deseo se evapora por entre las ranuras del olvido. No hay escapatoria, la espera yace petrificada en la puerta de calle. No quiere entrar ni salir, es sólo un quejido de bosques y cortezas congeladas de inanición, pareciera un centinela que ha quedado con su farol en medio de la vía férrea avistando a un tren que ya no existe.

¡Oh!, estación lúgubre y desocupada de calor. No tienes inclemencia, pasas y lo envuelves todo con tu capa indiferente, llenas de estiletes de cristal mi corazón abandonado en un lugar cercano al precipicio de la nostalgia.

¡Oh amado!, sin tu presencia el tiempo se hace eterno, sin el calor de tu abrazo, el invierno se ha hecho dueño de mi cuerpo.

 

 

jueves, 1 de mayo de 2025

HOMBRE DE LAS PROFUNDIDADES


 

Cansado del alma vagas hombre de mirada oscura,

de desgreñados cabellos, sudor y duelo.

Cansado de arañar  la tierra, extraer sus vísceras metales,

de oscurecer tu rostro

el ferruginoso cobre te ha hermanado.

 

Hombre minero, trabajador, entras al filón del desconsuelo

sin saber si volverás a ver  mañana, el azul del cielo en despedida,

el pájaro, el árbol, la montaña, el rostro infantil, el de tu casa.

 

Llevas el sabor amargo de la  eterna noche

que camina  túneles  y arterias,  se adentra como sombra

a tu cuerpo  en agonía.

¿Reposarán algún día tus estrellas en el firmamento

de una verdadera noche?

¿O quedarás como quedan algunos cuando el socavón

los ha desconocido?

 

Hombre convertido en mineral, en piedra,

párpados que olvidaron la luz del día,

no lo sabes, pobre de ti, no lo sabrás nunca:

bajo el casco ennegrecido, tus ojos no han dejado de cuidar

los sueños refugiados  en la almohada.

 

Noches oblicuas te circundan sin más luz

que el  encendido fósforo de tu frente,

sin más calor que el reflejo cálido de la tierra.

Hombre minero, recio, cada vez que bajas al abismo espacio,

la muerte compañera  se te adhiere como sombra,

te sigue, no te deja, y apremia  en cada esquina

el momento que caigas en sus brazos.

 

Mas tú no  temes, bajas decidido a la batalla,

entras con coraje en las venas  mismas,

el corazón turbulento y rojizo de la tierra.

Y  cada pedazo,  cada gota de  petrificada sangre,

lágrimas cetrinas que emergen a la superficie,

llevan parte de tu integridad adjunta

en el ir y venir  las galerías.

 

Porque ya eres parte de la piedra:

eres  metal, polvo cósmico en la roca,

el ADN, la enigmática Gea que se adentra por tus poros,

en cada  paso, en la huella y en el aire que respiras.

 

Hombre profundo de mirada oscura,

perteneces a la tierra, estas ligado al útero del magma

 eres más que  sangre, su propio cuerpo

y no podrás desasirte de su  oscuro abrazo

hasta la noche en que reclame tu estadía.

 

 

 

 

 

martes, 15 de abril de 2025

VIERNES QUE TE QUIERO VIERNES…


 

El viernes dicen… ¿Qué pasa el viernes?, pregunté sorprendida. ¿Cómo que no sabe?, haga  memoria.

La verdad es que no recuerdo nada, ni siquiera  qué día es hoy. Creo que debería ir a mirar el calendario, sin embargo en esta casa es difícil hallar uno, tal vez los esconden, ¿pero para qué, qué tanta urgencia con el día viernes? ¿Será acaso el acabe de mundo, como han vaticinado por décadas? Pienso que con esas pastillas que me dan al acostarme algo malo sucede en mi cerebro. Hay días que hasta me cuesta  recordar mi nombre, pero no viene al caso, aquí  todos te tratan como si fueras una boba. Ay, mijita, haga esto, hay tesoro, no haga eso... mijita, ¿se le olvidó de nuevo?

A ver, tengo que hacer memoria, ¿qué debo hacer el viernes, o todos los viernes? Es posible que sea bañarme, me gusta bañarme una vez a la semana, ¿para qué más seguido si estoy limpia? Jaja, ya nadie me ensucia.

Bueno,  tal vez  haga algo el viernes que no sea ir al médico, visitar  algún pariente por unas horas, nomás que unas horitas, no me soportan por mucho tiempo, dicen que me la paso reclamando y que aquí donde estoy me tratan de maravillas, que hablo de pura regodeona. Que aprenda a vivir. Ya, ¿a mi edad?,  todo lo que aprendí está en esta caja y no cabe más, por lo contrario, como que se encuentra muy saturada y por eso se están borrando los casetes y quedando en la nada. Sí que tengo mis recuerdos, y muy bien guardados,  son sólo míos, ¿a quién le importan?  Para que veas que no estoy demente, sigo pensando en el viernes. Como es un día especial porque  se acaba la semana de trabajo y luego tienes el sábado para descansar. Viernes, hay viernes que  salen festivos y entonces tienes un largo  y tedioso fin de semana.

Recuerdo que un viernes hubo un gran alboroto en la casa porque venía un cantante muy famoso a visitarnos, ah, todas las chiquillas se acicalaron con lo mejor que tenían, yo también. No recuerdo en este momento su nombre, pero, uy qué cantó lindo, si hasta lloré de emoción, claro que ahora últimamente lloro por cualquier canción, creo que estoy muy sensible. Me encanta la música, en mis tiempos era una buena rocanrolera, no había muchacho que no quisiera sacarme a bailar, parecía un trompito,  jaja, ahora apenas puedo mover los pies, mas, ganas no me faltan.

Viernes que te quiero viernes,  a alguien escuché  decir esa frase. ¿Qué podría ser tan especial? Depende del mes, porque hay viernes que traen algunas sorpresas. Un cumpleaños por ejemplo, un paseo, cine, en fin, algo de eso puede ser.

Ana, dígame, ¿qué pasará este viernes?, me doy por vencida. ¿Tan rápido se dio por vencida, no quiere pensar un poquito más? No, definitivamente no quiero quebrarme la cabeza, usted dígame. Le daré una pista, se pondrá ese vestido que le gusta tanto, está limpio y planchado. ¿Por qué?, yo no sé porqué  es tan especial. Frío, otra pista,  en el mes de febrero hay un día  para soñar. Pues yo sueño todas las noches aunque no recuerdo nada cuando despierto. No, frío, anímese, otra pista,  habrá música romántica, ¿sabe que día es hoy? Cuando desperté pensé que era jueves. ¡Uy, tibio! ¿Ve que puede recordar? Ya, Ana, me está cansando, ¿cuénteme que pasará? ¿Una fiesta? ¡Uy, casi se quema! Vamos, hoy es jueves 13, ¿qué  fecha será mañana? Déjeme pensar… ¿catorce? Claro,  ya casi adivino,  ¡caliente!… ¡caliente! ¡Día del amor! ¿Ve?, y ¿quién vendrá a bailar con usted? Y eso ¡qué importa!, no lo sé. ¿Cómo que no lo sabe?, si esta mañana le envió una nota y siempre aparece con  un ramo de flores. No, no sé y no conozco a nadie que me envíe notas y me regale flores, está usted inventando, eso es para la juventud. Pero señora Carmelita, si tiene un admirador. ¡Ah ya!,  deje de fastidiarme y  reírse de mí. Bueno, no se enoje, acuérdese que somos amigas, la dejo por ahora para que recuerde un poquito más.

 

La verdad es que no puedo adivinar, quién es ese señor que me mandó la nota, la guardé bajo el colchón. A propósito, allí hay varias notas que nunca he leído.

 

miércoles, 2 de abril de 2025

EXPLICACIONES


 

¿Qué más explicaciones puedes dar

a una luna ciega guiando pasos oscuros

en una calle pletórica de soledad?

Explicaciones no valen en oídos mudos

llenos de silencios agoreros,

con lenguas crepusculares que no saben guardar recato,

increpando  caminos  de reproches.

Alguien dice que más vale gritar al viento,

inundar el inmenso vacío de palabras perdidas.

 

¿Para qué tanta explicación?

¿Quién las guardará en su caja de tesoros, escribirá un libro,

las dejará dentro de su almohada para fomentar el olvido?

La indiferencia cae como lluvia de estrella

sobre el lugar  del desasosiego,

es una enfermedad salida en conformidad con la era,

cada cual la tiene circulando en su sistema.

 

Para qué explicaciones que vayan a quedar

goteando tristeza en un cajón sin fondo,

que el viento compasivo

las cubra con manto de hojas muertas.

 

¿A quién le importa el dolor ajeno,

ese que no duele, que se desboca en calles sin salida,

sin que nadie lo detenga?

No hay tiempo, no hay caridad verdadera.

 

El mundo avanza y deja a su paso

las escamas de incomprensión

que formarán los caminos

del individualismo, mañana.