miércoles, 15 de diciembre de 2021

ENSOÑACIÓN


 

En la oscuridad te busco. Presiento tu luz pero no te dejas ver, palpar. Cada paso es un crucigrama, un laberinto de espacios secretos que sumerge mi ansiedad en hacerte compañía.

Vago en este dilema y aunque trato de rozar las paredes que imagino me rodean, sospecho que a cada avance se  alejan, y tú también con ellas,  entretenido en este juego que ya no me gusta.

Sé que habitas las soledades de mi mente, que estás cómodo allí esperando el momento  que te encuentre,  te nombre, te susurre. Sin embargo, algo te detiene, algo te indica que no es el instante y retrocedes ebrio de tinieblas, hasta el lugar de la desesperanza. Mientras tanto, sigo en el afán de retenerte y saber que eres real, y no una penosa fantasía. Estoy llegando hasta la última frontera del tiempo en que  se haga la luz y  encuentre por fin  tus huellas dejadas en la arena de mis sueños.

Por ahora te limitas a susurrar mi nombre,  a dejar tu esencia impregnada de besos,  a soplar mis cabellos como  brisa pasajera, a indicar que  falta poco para hacerte tangible.  Una  luciérnaga desvía su camino e ilumina  un sendero por donde se ha escondido el día, es una tenue señal que en el fondo de un deseo, siempre habrá la esperanza  de que pueda alcanzarte.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

APARIENCIAS


 

Vivimos de apariencias cada día que pasa.

Se ha hecho una mala costumbre, difícil de conllevar.

Fingir, algo que no lo es, un sentimiento que no se tiene,

palabras que suenan huecas y llenan la boca

de inútiles y desagradables mentiras.

 

Apariencias que engañan al pasar tantas veces

adoptando muecas, posturas que no sincronizan con nuestros hábitos,

frases soeces que dejan un rastro de incredulidad.

Alas rotas se elevan escondiendo  grietas,

espasmos, vicisitudes tenebrosas que nadie debe observar.

 

Apariencias te rodean como una piel sobre tu piel,

no te dejan respirar,

sentir  que el aire engañoso entra por tus poros

y el resentimiento se viste con su mejor postura.

Un mundo programado se agiganta avasallando principios y

virtudes.

Un espejismo nos rodea mostrando un mundo ficticio

en donde se  esconden situaciones  que no queremos admitir.

El espejo sólo refleja imparcial, la cara oculta, la realidad desnuda,

desvalida, sin protección ante la mirada escrutadora del vulgo.

 

Vivimos un mundo que se ha acostumbrado a falsear la verdad,

con el fin de destacarnos, y ser tomados en cuenta,

recibir la admiración  de los demás, sembrar la envidia

 y ocupar   el lugar privilegiado que a veces

no nos corresponde , pero que sí admite, la corrupta sociedad.