El
hombre virus camina por ahí, se desliza furtivamente por la pared vecina, atisba que no haya nadie cerca que lo pueda aniquilar con un pulverizante que
los mismos alienígenas han entregado para su aniquilación. Está orgulloso de su
semejanza con el humano, le costó, pero al fin logró confundir a sus víctimas.
Es tan dañino que la tierra lo ha tratado de expulsar en reiteradas ocasiones
sin resultado, siempre encuentra un aliado que lo defienda y lo esconda.
Su apariencia es muy semejante al homo sapiens, ha adquirido sus modales
y su aspecto que puede pasar
desapercibido entre la muchedumbre, solo que es una careta para poder seguir
eliminando al humano, según el mandato
de sus superiores o sus creadores. No a
todos van a eliminar, solamente a aquellos seres rebeldes a sus órdenes, a los que no creen en nada y siguen su batalla sin que los amedrenten sus amenazas.
El hombre virus está satisfecho de haber sido el portador de un problema
más potente y letal, él mismo sabe que es
un ente que se apodera del cuerpo
de los ancianos y débiles y despachándolos para el otro mundo. Los alienígenas
que no están de acuerdo, luchan contra
esta nueva orden nacida de la codicia de ciertos humanos aliados con
otros seres diabólicos, (los draconianos) que prefieren este planeta para sus
fines destructivos y para estrujar las riquezas que yacen aún en la madre Tierra,
sin importarles que mueran los animales
como también los hombres. Estos seres se
han apoderado de las mentes de los gobernantes, y los manejan como títeres a su
propio interés. Lo terrible es que se alimentan de sangre, sobre todo de niños,
de jóvenes y desaparecidos, que nunca son encontrados. Normalmente viven en
cavernas muy profundas, y allí los retienen hasta ser aniquilados. Son
seres muy “adelantados” venidos de otros planetas, tecnológicamente están muy
bien adiestrados. Por el momento no quieren mostrarse en público, prefieren
invadir la tierra lentamente, apoderándose
de las mentes de individuos que les harán más fácil la tarea. Además están muy cómodos y protegidos que no
necesitan hacerse visibles. Trabajan en la oscuridad, asechan a sus víctimas
con ayuda del hombre virus, algunos
jóvenes descarriados son fáciles portadores de su maleficencia, les facilitan
la infección hacia los adultos mayores o los débiles.
El hombre virus, tiene la apariencia de un hombre, pero es la creación
de mentes diabólicas que desean este
planeta para sus propios beneficios. Ahora pretenden vacunar a todos los
individuos del orbe, con el pretexto de combatir este virus, pero
nuevamente él se ríe y todos los
que lo crearon también, es una fantasía,
una trampa astuta e ingeniosa de los draconianos que se están apoderando paulatinamente de la
Tierra, como lo estaban haciendo en tiempos remotos, esclavizando a los humanos
para adquirir los metales y la sangre de los primeros habitantes del planeta.
Solo que les fue mal, otros alienígenas,
de brillante luz, los expulsaron hacia el inframundo de la Tierra. Ahora,
después de amenazar a la humanidad con diversas
epidemias, han encontrado este virus que es más efectivo y rápido para sus propósitos.
Lo único que el humano posee para su defensa, es un antivirus entregado
por los seres de luz y que aleja a
este engendro del mal muy lejos de su aerosol. El humano, debe
unirse y derrotar a esa élite de seres que
ya no son sino una copia de
terrestres sobre el cuerpo de un draconiano,
y pretenden exterminar a los
seres de este planeta azul. Solo el amor, la paz y la unión, harán imposible que
estos draconianos y su creación, puedan
liquidar al humano de esta bella Tierra.