Nos vamos borrando del alfabeto de la vida.
Una mano invisible, sutilmente desaparece
el pretérito inmediato, el presente casi no existe.
El álbum cotidiano abre sus
páginas al viento del otoño,
usa su escoba milenaria y acalla nuestros recuerdos
lanzando sus esquirlas de plata.
Desaparecidos de lo cotidiano,
entramos al mundo etéreo y desconocido,
no antes de saber que dejamos una huella en la ruta,
un te quiero en el corazón mezquino,
así, vamos surcando el viento del olvido.
No somos nada, desaparecidos en un rincón de la casa,
seguimos allí, esperando que nos nombren,
que nos hagan un espacio en el mundo de los vivos.
Nos encontramos en el instante crucial
en donde no aparecen nuestros nombres,
solo una pequeña voz lejana reclama su lugar sin ser reconocida.
Borrados de la imaginación, del
lugar amado,
alzamos los brazos enhiestos en
busca de un asidero.
Somos como velas de un barco a la
deriva
volando sin hallar un muelle que nos cobije.
Desaparecidos de la realidad que nos circunda
con desdén inusitado.
¿Quiénes somos que hemos sido
borrados
del diario vivir, sin ser aun inservibles en contribuciones?
¿Acaso no fuimos útiles a una sociedad inconsecuente,
que ahora nos da por descartados?
Fantasmas recorren la casa arrastrando una pesadilla,
misteriosas huellas dejadas en el murmullo,
manos que se aferran a la inmensidad
del olvido,
y claman un lugar que aun no han
dejado.
Vamos ocupando un espacio
que ya otros han reclamado como suyo,
mientras la congoja se agolpa
en ojos cansados,
la sociedad nos niega un tiempo
más de vida.
Es así aunque muchos digan lo contrario,
no cabemos en este mundo cibernético,
no nos adaptamos y quedamos en el
limbo,
ignorados entre la tecnología y el tiempo de una espera,
de ser nombrados, confundidos en
el espacio de la nueva era.
Inexistentes en el cuaderno, viviendo solo
del pasado
en que aun pensamos, fuimos algo
querido e importante,
mas, el tiempo inexorable ha ido
borrando nuestros pasos,
nuestras voces, como una
fotografía en sepia de tenues colores,
recordando un pretérito que se desvanece, día a día.
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