La noche cae a granel sobre los párpados inmóviles,
ellos reflejan una película
fría y retorcida en sus pantallas fijas.
Un grillo vagabundo husmea las sombras,
saca su violín y se apoya en el umbral de la ventana.
Bajo el oscuro azul, el silencio cabizbajo
medita su taciturna vida,
le inquieta la tétrica soledad que lo rodea.
Mas, de pronto, algo rompe la quietud del momento,
algo silente avanza despertando tempestades.
Eso, ilumina con opaco resplandor las fauces del silencio,
lo invade con desplante inaudito y pisa la cola del cauro.
El grillo escupe el filtro de un cigarrillo,
guarda su monótono instrumento
y se resguarda en los laberintos del sosiego.
El alba llega y bosteza noche por los espacios del día.
El ruido no espera, alborotado levanta persianas y cortinas.
Con rapidez se esfuma el sueño, se deslizas bajo la almohada.
¿Dónde estará el silencio ahora?, pregunta el ruido,
y las sombras le responden quedamente:
…escondido… en su monasterio.
a veces el silencio es el mejor mapa para reencontrar nuestro norte y recuperar equilibrios
ResponderEliminarotras , el silencio es una sombra helada como mortaja que envuelve todo amor entre dos
intenso poema Marianela
besitos y luz
feliz fin de semana
Sí, el silencio es un gran compañero en la vida. Gracias Elisa por tu bello comentario. Besitos de Marianela.
ResponderEliminarlo que hallo deseable, comadrita, es el silencio, me purifica y renueva, soy hija de sus deseos, los más amados, ... no osbtante, como bien dices, "el ruido no espera, alborotado levanta persianas y cortinas...", entonces en esa locura ficticia, proyectada por la luz astral, somos nosotros mismos,
ResponderEliminaren esta gimnasia literaria,
de ir abriendo o cerrando oídos, ojos, sentimientos.
un agrado ver cómo mueves los dedos,
besitos, Ro
Así es comadre Ro, hay momentos en la vida en que deseamos la compañía del silencio, como tú dices, purifica, renueva y nos da ese divino espacio para reflexionar. Gracias por visitar mi casita querida amiga. Besitos de Marianela.
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