jueves, 15 de abril de 2021

EN EL JARDÍN

 

Se tocan, se acarician

Las verdes manos de la trepadora buscan  maravillada

los seguros brazos de los árboles.

Se miran en la profundidad de la savia

recorriendo sus venas con la velocidad de la brisa.

 

Día y noche danzan al ritmo de los astros,

unen sus manos suaves en una danza vegetal

y conversan de cosas escritas en la corteza de los mayores.

Hay tanto amor, tanta paz, las flores suspiran

emocionadas a lo largo de la tarde.

 

El amor allí emana de lo verde, del interior del capullo,

flores, arbustos.

Es un renacer cada día en las espirales del tiempo,

la boca del viento sopla las semillas con amor de padre

las distribuye, las acomoda.

 

La enredadera aprieta su cuerpo delicado al tronco de su amado,

lo acaricia y transmite  el placer del encuentro.

El sacude sus hojas y le regala una pequeña florecilla,

la primera de la temporada.

El perfume del amor  envuelve el ambiente,

satura el momento con la frescura del alba,

con la brisa del atardecer.

 

La enredadera le dice tácitamente  al amado

que no podría subsistir sin él,

sin su protección

y su apoyo.

El árbol mece sus ramas y hojas en señal de aprobación,

de dicha por vivir así uno en el otro

formando un mundo


jueves, 1 de abril de 2021

MASCARADA

 

La tarde abre sus ojos y cubre de naranja el horizonte,

usa una extraña máscara para mirar arreboles dormidos,

 y extiende sus alas mustias sobre valles y ciudades.

Es la hora en que Cronos despierta de su siesta dominguera,

tiñendo al crepúsculo de colores insospechados,

fiesta de primavera y su ritual florecido.

 

Los gnomos usan caretas para bailar en el claro

y las hadas sorprendidas mariposas de antifaces.

Todo el bosque se embellece para la gran  ceremonia

bufones y sus comparsas   salen al encuentro traviesos

alegrando la tarde que  se aleja soñolienta.

 

Usaré en esta ocasión una  hermosa máscara de rocío

y bañaré praderas y siembras esperanzadas.

Mas por la noche con una careta ensombrecida

cabalgaré en los lomos del viento revoltoso

y allí, nos encontraremos tú y yo a la luz de la luna,

embelesados de fiestas con máscaras de olvido,

bailaremos entre risas hasta la madrugada.

 

La primavera ha llegado con su antifaz de flores,

se posa en cada rama y deja  los nuevos brotes.

El bosque usa en sus hojas  una careta de verde,

verde se tiñen los prados, y los ojos de la tarde ausente.