domingo, 15 de octubre de 2023

TU SILENCIO


 

Me acongoja tu silencio, tu gélido olvido,

no encuentro amor en tu mirada.

Mis pensamientos se precipitan en una oquedad que lastima,

y  sólo  siento a un pájaro  pasar por mi lado

en un tardío amanecer, un aletear que sólo escucha mi corazón.

 

Tu silueta enmarañada de tristeza cubre los caminos de la desventura,

no hay  risas, no hay palabras de consuelo,

el mundo a mi alrededor se desintegra granito a granito cae

enriquecido  de tinieblas.

 

Aquel que yace no eres tú, alguien ocupa tu lugar con seriedad de muerte.

Alguien cruzó mi vida y se aleja con infinita displicencia,

no da la cara, no dice adiós,

no susurra en mi oído esas lejanas palabra de amor

con el calor de un abrazo.

 

Hoy el silencio se ha adueñado de nuestro espacio,

solloza sobre mis hombros con pesadez de siglos

y aprisiona mi pecho impidiendo  el grito, el por qué,

se queda   anudado a la garganta impedido de volar.

 

¿Quién es aquél que ocupa  tu lugar? No lo reconozco,

dentro de mi entendimiento no hay cabida a una situación silente de respuestas,

no puedo reconocer que ya te has ido.

Necesito que  pronuncies las palabras que faltan,

que permitan a mis ojos admitir el desenlace,  y pueda llorar un imposible.

Necesito tu adiós, reconciliar la ausencia,

aceptar que la ilusión se  ha borrado para siempre

y la almohada  no cobija tus sueños  ni los míos,

abandonados bajo una rigidez que espanta.

 

No eres tú aquél sin sonrisa, sin el fulgor que resplandecía en tu mirada.

Ser de luz que dio vida a una lámpara a punto de extinguirse.

No puedes ser tú,  rostro sereno, estatua sin brillo

que no pronuncia mi nombre, no me llama con vehemencia

y deja  la casa cubierta de besos y palabras mágicas.

 

No, que nadie mienta y diga que eres tú,

que no osen callar tu nombre cuando te pronuncio más allá de las estrellas

mientras el cielo se llena de lágrimas huérfanas en busca de unos ojos,

y la noche se arreboza con su chal fosforescente.

Me quedaré con el recuerdo imperecedero de verte llegar cada día

iluminando las tinieblas de una soledad perenne.

 

 

 

 

 

domingo, 1 de octubre de 2023

LA BATALLA DE LOS SERES DE LUZ Y LOS SERES DE LAS TINIEBLAS


 

Eso sucedió en tiempos remotos, dijo una serpiente que caminaba en dos patas y de vez en cuando zigzagueaba por el desierto y todavía no usaba chaleco. Bueno, aún no los necesitaban, pienso yo, eran unos tiempos de revoltijos. No había control de los elementos, la Tierra estaba en formación, un día salía el sol y otro no aparecía, no se podía contar en que el día sería apacible, para nada, Si era de noche o de día o simplemente de lluvia desastrosa.

Por cierto, la batalla fue terrible, los seres malvados venían huyendo de una galaxia que habían destruido y fácil escogieron la Tierra para convertirla en su guarida  de oscuridad. Se aprovecharon que la cosa estaba para allá o para  acá, no era ni chicha ni limonada, pero no se imaginaron que los seres de luz ya se habían instalado en los espacios alumbrados, claro que ellos eran de luz y todo lo iluminaban, sin embargo existían partes indómitas que no se definían ni se dejaban controlar.

Los seres malvados, alienígenas muy oscuros, trataron de conquistar a estos sitios sin resultado y al final se encontraron con los seres de luz y comenzó la batalla. Fue horrible la hecatombe que se armó, aparte que la Tierra estaba convulsionada por los elementos que no se ponían de acuerdo, surge esta batalla campal, espantosa. Los seres de luz volaban por el espacio con sus rayos luminosos, cegando a los oscuros los que recurrían a esconderse en las cavernas  naturales de las montañas, si es que no sucumbían a la radiación de su luz. Así fue que los seres malvados se radicaron en las entrañas de la Tierra y prepararse mejor para una batalla infinita. Con los siglos el hombre apareció  entre los maizales, era un ser inocente y fácil de manejar, como la arcilla y hasta él llegaron los seres malvados, haciéndose sus amigos y  les enseñaron algunas cosas, pero todas  esas enseñanzas eran como a odiar, a pecar, a mentir, a apropiarse de lo ajeno, a ser envidioso, a comerse a los animales, a asesinar por rencor, en fin todo lo que los seres de luz trataban de persuadirlos que era malo, inculcándoles buenos  hábitos, a ser cuidadosos de la naturaleza y de los animales. Así fue que a demás de combatir a los seres malvados que usaban los volcanes para atacar a los seres de luz, también estos seres oscuros le enseñaron al hombre a fabricar  armas de destrucción masiva y otras maldades, porque como los oscuros nunca podrán apoderarse de la Tierra la quieren destruir con la ayuda del hombre que ya no es inocente ni otro cuento, y está totalmente negado a cuidar su entorno. Ahora la tarea de los seres de luz se ha complicado, deben despertar al hombre que yace como en trance y hacerle ver lo que pasa por escuchar voces oscuras,  hacer que recapacite antes de que sea tarde para él y su descendencia porque por escuchar a los oscuros, tienen al planeta con recalentamiento global, polución en los mares, bosques desérticos, hambruna total. Los malvado están felices creen que han ganado, pero se equivocan la batalla continua, el hombre poco a poco recapacita, no tiene otro planeta  en donde asilarse, otro que tenga las propiedades de la Tierra y pueda sobrevivir. Ahora, debe unir fuerzas y luchar por recuperar la naturaleza.

A la serpiente no le gustó el final, se aleja refunfuñando y entre dientes dijo: “que te lo crea tu abuelita”.