martes, 15 de febrero de 2022

EL ANUNCIO

 


Miras el anuncio pegado en el poste del alumbrado, te detienes, tocas tu rostro, piensas que debe haber una equivocación, vuelves a mirar el nombre, no has leído mal  es tu nombre con tus dos apellidos y tu foto. ¿Quién te está haciendo está broma de mal gusto?, sobre todo que en el otro poste hay otro anuncio y desde aquí puedes asegurar que es el mismo aviso. Textualmente dice en el título: “Desaparecido”.  No puede ser, es una locura, exclamas en voz alta y luego te da vergüenza que alguien te escuche y sigues caminando hasta el otro aviso. Lo mismo, tratas de arrancar la notificación,  te asustas, está demasiado pegado, lo quieres completo para enrostrárselo al que te hizo esa broma. Puede ser alguno de la oficina, de seguro que puede ser González, claro con los otros que te tienen envidia porque te ascendieron de grado.

Continúas caminando espantado, viendo en cada poste una foto tuya y la palabra desaparecido, esto es una locura piensas con horror, ¿quién te está haciendo esta broma que se pasó de ser una broma? Te sientes molesto, enojado, muy furioso y con ganas de  abofetear al bromista. Ya no puedes más, por suerte llegas a la oficina en donde trabajas, abres la puerta  pero no ves a nadie conocido, decides ir hasta tu escritorio, allí está Rodríguez echado en tu mesón. Te molestas más aún, ¿quien le ha dado  permiso de sentarse allí? Le pegas un topón fuerte y le recriminas por estar en tu puesto. Pero sorpresa, tu brazo atraviesa el brazo de Rodríguez sin tocarlo. Le dices una mala palabra a ver si despierta y te pone atención, pero nada, sigue jugando con tu lápiz. ¿Qué está pasando,  siguen las bromas? Sin embargo no parece broma, la cosa se está poniendo fea para ti que no entiendes nada. Das un grito de rabia, pero  éste cae como una gota en el vació, la situación no ha cambiado, los hombres  en sus puestos de trabajo sin inmutarse, alguien pasa con un cigarrillo,  exhala el humo en tu rostro y te tira cenizas en tus zapatos, esto es el colmo, vociferas, ¡déjense de joderme!

La situación está cada momento más increíble para ti, nadie te toma en cuenta, pareces un fantasma que cruza las paredes, los cuerpos. No lo puedes creer, piensas que de seguro estás en medio  de un sueño,  quieres volver, no sabes cómo se vuelve a despertar, es la primera vez que tienes esa pregunta, normalmente despiertas sin tener que desearlo. Es bien conflictiva tu situación, tratas de mentalizar tu dormitorio, tu cama,  estás igual que si tuvieras el control de la tv en  tus manos, las imágenes se ven difusas,  con nieve, no se pueden aclarar, esto te inquieta mucho, estás empezando a temblar de  terror,  no sabes qué te está pasando, sientes que todo tu cuerpo se agita. Ahora  descubres que estás en un paraje boscoso, hay árboles a tu alrededor, tratas de levantarte pero no puedes, hay dos personas que te hablan, pero no les entiendes, estás tan confuso, dicen que has perdido mucha sangre, ¿Cómo?, tu mente trae momentos que se mezclan sin sentido, de pronto un animal se viene sobre ti, te muerde, te sacude como a un muñeco, gritas, los hombres te calman, te dicen que ya vienen por ti, que te han encontrado,  que estabas 4 días perdido, que cuando te atacó el oso,  te arrastraste  hasta los arbustos y  que perdiste el conocimiento, que no saben cómo aun estás con vida. Te dan un poco de agua a beber, no puedes tragarla, te sientes desorientado. Vas en una camilla, y te suben al helicóptero, todo gira a tu alrededor y   pierdes el conocimiento nuevamente…

 

 

 

 


miércoles, 2 de febrero de 2022

EL HOMBRE, MI TONATIUH

 



El hombre que baja del sol

tiene la mirada en llamas,

las manos ardientes de caricias,

el corazón prendido en amor.

 

 Dice que tiene muchos nombres: Inti  le llamaban los Incas,

 Lugh los Celtas, Re en Egipto,

Tonatiuh los Aztecas,

y es el nombre  que más me gusta.

 

Su rostro siempre ha sido el mismo,

ama la luz, es enérgico y  veloz,

dañino y destructivo si se lo enfrenta,

mas, cada vez que asoma su rostro en las mañanas,

es el principio de algo maravilloso,

y cuando se aleja por el ocaso

su corazón se desangra en añoranzas.

 

El hombre que baja del sol

se aleja apesadumbrado,

deja mi corazón en tinieblas,

y  un mensaje entre nubes que, regresará.

Es todo lo que pido cada amanecer,

sentir su roce tibio sobre mi piel morena,

 su beso prometedor y certero.

Con su abrazo luminoso

caminaremos los senderos de la vida, él siempre vendrá

derramando calor,  Tonatiuh me buscará

bajo las madreselvas y los rosales, entre el llanto

del sauce llorón, en los fecundos prados,

reflejando su rostro en las cristalinas aguas del estero.

 

Soy todo para él y él, es todo para mí,

mi Tonatiuh no dejará de venir

a besar a su amada Tierra.

 

Tonatiuh… amado Tonatiuh,

espero tu llegada…