domingo, 15 de enero de 2023

ESTOY AQUÍ

 


Estoy aquí, agazapada a la intemperie  del crepúsculo,

esperando se disipe esta garúa impoluta

que acaricia mi rostro con sus manos de seda,

y cuento las memorias que rozan con sus alas antiguas

el álbum misterioso del olvido.

 

El fantasma de los sueños se aleja al despuntar el alba,

va con su séquito cruzando el laberinto de la mente,

en el absurdo círculo de una vida y sus muertes diarias.

Todo conlleva hasta el rincón oculto y poderoso,

en donde no se sabe nada de lo que acontece más adelante.

No hay ni la menor sospecha

y se vive siempre pendiente del futuro

sin disfrutar el presente.

 

Así, agazapada a la orilla del derrumbe,

enumero los días como si fueran hojas caídas del árbol,

sigo esperando llegue el ensueño deseado

y la sombra de sus aladas manos me lleve a un mundo de dicha,

en donde no exista la tristeza, la  soledad

inaudita que abarca el perímetro de mis anhelos.

 

Estoy así, sumida en nostalgias del pasado,

de un tiempo que no volverá, exiliado en otras dimensiones,

imagino siempre su fantasmal trayecto.

La existencia de un mundo paralelo

en donde algo me aguarda, se vislumbra a lo lejos,

mueve sus hilos de seda a través  de una cortina de lluvia,

con infinidades de nuevos augurios.

Así, quedo sentada  a la orilla del infinito,

en espera de la mutación de una esperanza.

 


lunes, 2 de enero de 2023

AÑO VIEJO


 

Año Viejo, te vaastillado y maltrecho,

con tu calendario de díacuestas.

Un año convulsionado de trágicos sucesos,

lleno de vicisitudes extremas.

Toma tu maleta, llévate los malos momentos,

saudades que nos llenan  los sueños

de imperecederas promesas.

 

Año acabado, tienes tus bolsillos repletos,

buenos y malos vaticinios,

risas y obstinadas quejas.

Ve en paz, ya  tu tiempo se agotó

en la bitácora del diario de vida,

habrán quedado huellas

inconfundibles, aterciopelados recuerdos,

trágicos instantes.

 

Año longevo,  estás extinguido, un nuevo reemplazante

espera el lugar de tu rutina

y trae flamantes bríos, energía incontrolada.

Déjale el lugar, ya no puedes mantener tu posición,

vete a tu retiro final bajo el crepúsculo de tu ciclo.

 

Márchate con tu bajel de recuerdos finalizados,

llévalos al rincón del desván

en donde algún día, alguien los encontrará,

con sus páginas sepias difíciles de descifrar,

queriendo emprender el vuelo a otra dimensión.