Un tren fantasma recorre el polvoriento recuerdo,
el Longitudinal Norte ha detenido su cansado viaje,
en alguna estación olvidada dejó su corazón ferruginoso.
Un silencio mineral recorre la pampa,
añorando el pitazo perdido entre cerros desnudos de todo.
¿Dónde quedaron las locomotoras polvorientas
bestias antediluvianas, catedrales
de la distancia,
heroicas locomotoras, caballos
de metal
que atravesaban la soledad de
la pampa,
y vagones de quejumbrosas
maderas
rechinando el maltrato del desierto?
No pitearán, sus roncas voces
trayendo vida,
sus campanas de iglesias rodantes
anunciando un convoy de
esperanza.
Desmantelas chatarras de intrépidas peripecias
contadoras de los postes del telégrafo,
bufando como mulas ávidas de una gota de agua.
Se murió la vía férrea, los rieles fueron desarticulados
como piezas de un crucigrama, vendidas al mejor postor.
Las estaciones pampinas abandonadas a su suerte
sufren las inclemencias del
desierto, o de viejos
obreros que las convierten en bagatelas.
Han despertado los durmientes abrazados
al pecho del desierto, agitan sus descomunales lomos
con un llanto silente de arena y óxido,
en medio de soledades inmensas.
Dejan sus marcas vacías para
que corra por ellas
como alma en pena, el tren fantasma,
el Longino,
quien traquetea las salitreras desahuciadas por el hombre
taladrando los cerros, cual oruga férrea
pasa con su silbato irreal y deambula
las desvanecidas estaciones,
enarbolando su negro penacho de humo
tiñe un rastro de melancolía y
desconsuelo.
Luego se pierde en las fauces de un remolino,
aire inflamado de polvillo estepario,
danza en aguas de un espejismo
azul
como pensamiento enmarcado,
y se adentra en el reflejo de
un paisaje yermo.
Mas,
aquellos que no olvidan, los espectros del ayer
permanecen hollando el desierto,
desamparados en las estaciones ardientes
vagan con un llanto silencioso, reseco de tiempo,
esperan que el silbato de un
tren
rompa la quietud de la pampa,
les perfore el sueño eterno y les vuelva a la realidad.
Angelica Pérez Zurita hermoso gracias Marianela
ResponderEliminargracias a ti amiga por leerlo, besitos.
ResponderEliminarRocío L'Amar desde la Calera hasta Iquique: El Longino... tal cual lo describes, comadre... https://youtu.be/oISVJSESeGw
ResponderEliminarqué tristeza que sólo quedan sus huesitos, comadre, lindo video.
ResponderEliminarMargarita Ramos Que bello poema Marianela!!!
ResponderEliminargracias Margarita, nos vemos
ResponderEliminarJosefa Esteve Mahiques bello poema Marianela Puebla
ResponderEliminarmuchas gracias Josefa un tren que ya no existe.
ResponderEliminarIris Fernandez Que recuerdos trajiste a mi mente.
ResponderEliminarsí Iris, mucha nostalgia no es verdad?
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