martes, 1 de enero de 2019

AÑO VIEJO




Año Viejo, te vas astillado y maltrecho,
con tu calendario de días a cuestas.
Un año convulsionado de trágicos sucesos,
lleno de vicisitudes extremas.
Toma tu maleta, llévate los malos momentos,
saudades que nos llenan  los sueños
de imperecederas promesas.

Año acabado, tienes tus bolsillos repletos,
buenos y malos vaticinios,
risas y obstinadas quejas.
Ve en paz, ya  tu tiempo se agotó
en la bitácora del diario de vida,
habrán quedado huellas
inconfundibles, aterciopelados recuerdos,
trágicos instantes.

Año longevo,  estás extinguido, un nuevo reemplazante
espera el lugar de tu rutina
y trae flamantes bríos, energía incontrolada.
Déjale el lugar, ya no puedes mantener tu posición,
vete a tu retiro final bajo el crepúsculo de tu ciclo.

Márchate con tu bajel de recuerdos finalizados,
llévalos al rincón del desván
en donde algún día, alguien los encontrará,
con sus páginas sepias difíciles de descifrar,
queriendo emprender el vuelo a otra dimensión.



No hay comentarios:

Publicar un comentario