Es preciso aclarar la incertidumbre,
dar paso a la cordura, un tiempo de silencio,
cerrar los ojos y pensar.
Todo va cambiando, la muerte ronda
día tras día, recoge las huellas olvidadas,
borra memorias, desanda poco a poco el camino.
El tiempo es el preciso, nos da posibilidades,
reflexionar ante la encrucijada,
ante al avance del precipicio
en donde no habrá retorno.
Hoy es el día preciso, corregir
los errores,
borrar palabras ofensivas en
labios ajenos,
cambiar el ritmo del paso, admirar lo bello,
lo nunca visto cubierto de indiferencia.
Tal vez vislumbrar el camino oculto,
aquel disimulado por agrias
imágenes
sin mostrar soluciones ni alternativas.
Alimentarse de cada rosa, un
nomeolvides,
recoger hojas y adornar un poema.
El espejo tiene un lejano fulgor
un pequeño mensaje agorero,
escrito con letras mágicas de rocío.
Una vieja campana tantea una melodía
recordando tu paso lánguido, casi un susurro,
inexorable empedrado atisba tu lento peregrinar.
La soledad, estremece, no da amparo,
hunde sus uñas y las desliza por la piel en discordia,
hace más inaudible encontrar una respuesta,
algo que se precisa en este instante
y no yacer como un barco sin timón a la deriva
golpeado por el ímpetu de la duda.
Eleazar Funes Collao
ResponderEliminarHermoso.
Marianela Puebla
ResponderEliminarmuchas gracias amigo Eleazar que tengas un agradable domingo.
Andrea Faulkner
ResponderEliminarMe encanto!!
Marianela Puebla
ResponderEliminargracias querida Andreíta, besitos.