sábado, 1 de noviembre de 2025

EMBRIAGADOS

 

Ebrios de vino y besos

cruzamos el jardín del edén,

esa noche de luna estrellada

brindamos por lo que no podíamos alcanzar.

Los sueños  se fueron en el viento

mecidos por un vaivén  de risas y  alientos de uvas.

 Brindamos por  Baco

y su corte residencial.

Luego, de tantos brindis perdidos,

la chicha fue un deleite, llenó de aroma

increíble  su celestial dulzor.

Toda la tarde,

por la mesa desfilaban con su mejor repertorio

haciendo gala y honor los consagrados

y los jóvenes aspirantes:

Cabernet de Sauvignon,  Chardonnay

Ultra Premium, tintos, blancos.

Importados, con alcohol, orgánicos.

Pinot noir, Merlot,

Carménere, una variedad de uvas y vasijas,

de copas, vasos y jarras.

 Hechizados de aromas, degustábamos

bajo el parrón, el asado en el otro extremo,

nos hizo entrar en juicio.

Dioniso nos  entretenía con su loco frenesí

e invitamos a  su padre,

a todos los dioses mencionados al azar

y pasó la tarde, se llenó de estrellas

el ancho cielo,

Nos dijimos muchas cosas, bulliciosas y románticas,

tristes, y divertidas.

De improviso, enmudeció la música

y el ceremonioso último brindis

nos despertó con alboroto.

Embriagados de miel y uvas

nos dijimos adiós tantas veces,

 tantas,… cuando ya amanecía.

 


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