De
nuevo el golpe, no sé de dónde viene, no
es fuerte pero lo escucho y no me puedo concentrar. Hay veces que percibo una música. Trato de calmarme de que puede
ser la gente que vive en el otro departamento de está casona. No debo
quejarme, el problema es que me gusta el silencio, puedo escribir con más
tranquilidad, sin embargo ese golpe me asusta, desconcierta, no es de un
martillo que alguien esté haciendo alguna reparación, no, es algo monótono como
una gota de agua, que cae después de una
pausa, y hace ola en mi oído, multiplica su cadencia.
He notado que los otros inquilinos me esquivan, nunca se cruzan en mi camino, es como si
esperaran a que me vaya o entre a mi departamento para ellos hacer sus movidas,
muy extraño. Claro que no me preocupa, desde que vivo aquí, hace cuatro meses
que no me incomoda no hacer amistades en el sitio en donde vivo, así es mejor,
mi propósito fue encontrar este departamento en un área casi deshabitada con
muchos árboles alrededor. El autobús me deja a cuadra y media y puedo caminar
sintiendo el beso de la brisa y el ondular de las ramas en señal de saludo.
Normalmente si llego de tarde, veo luces en los otros departamentos, un poco de
música y murmullos, es todo lo que escucho cuando abro la mampara.
Sin embargo, desde hace unos días que cuando me preparo para descansar,
comienza ese ruido que no me deja concentrarme, es algo monótono, no puedo
localizarlo ni descubrir que es. Lamentablemente no estoy aquí durante el día,
estoy trabajando con mis alumnos y me
olvido esperando que ya no continúe.
Como hoy llegué un poco temprano, veré de dónde viene ese ruido o si ya
se acabó, pondré mucha atención. Me
llamó la atención que en los otros departamentos no hay bullicio, está todo en
silencio y son las siete de la tarde, es
muy sorprendente.
Hay un sótano en esta casona, nunca he bajado, dicen que abajo está
la lavandería. La verdad es que yo no la uso, pues llevo mi ropa a casa
de mi hermana y allí la lavo. Bueno, bajaré a inspeccionar. La luz es muy
tenue, no sé cómo hacen los otros para
ver mejor. La escala tiene un descanso y da una vuelta. Puedo ver las lavadoras
y secadoras en un costado. Por lo que se ve nadie las está ocupando. Ah, ya
veo, hay un lavaplatos bajo mi cuarto, supongo, y tiene una gotera. Después
de apretar muy bien la llave, diviso otros cuartos cerrados, pero no me gusta
estar aquí es muy lúgubre, así que me vuelvo a mi departamento. Me imagino que ya han llegado algunos de mis vecinos pues se
escucha música, me iré a descansar.
A las dos de la madrugada me he despertado con ese ruido, primero que
nada yo cerré esa gotera, y lo otro es que me extraña sentirla como si fuera en mi piso, me levanté mal
humorada, y revisé todo pero aquí no es,
y no sé cómo se escucha tan fuerte, si
estoy en el piso de arriba, no debería escuchar nada.
No me atrevo a salir de mi habitación,
trataré de relajarme y dormir con unos algodones en mis oídos. Hoy voy a ir a
conversar con el agente corredor de propiedades y mencionarle eso del ruido,
sobre todo en las noches.
La secretaria me dijo que le dará mi reclamo al jefe que no se encontraba en ese momento y
yo no podía esperarlo, mencionó que tal
vez mande a alguien a ver eso.
Me fui más tranquila a mi trabajo, cuando llegué a la casona había
sonido de música y un murmullo como de una colmena de abejas, pero del otro
ruido nada. me acosté y me dormí muy rápido, pero desperté a media noche por
otra clase de sonido, era como de un compresor. Prendí la luz y mi pieza lucía
diferente, casi me desmayo de la impresión,
el cuarto era como la sala de un hospital, me apreté con fuerza el brazo para despertarme,
tal vez estaba en una pesadilla. Sin
embargo, todo seguía igual, sentí que mi
cuerpo pesaba mucho y apenas me pude mover, todavía sigo en el sueño pensé,
¿qué me está pasando?
En ese instante entró una enfermera al ver la luz encendida, yo la miré
extrañada y ella trató de calmarme, me aseguró sorprendida que hacía un tiempo que me hallaba en coma por un
accidente y que era un milagro que despertara. Me quedé atónita, pero yo… la
casona… calma, calma ya recuperará la memoria, lo importante es que despertó… ¿Y, el ruido?, le pregunté con
temor. Ah, ¿eso?, es el compresor que
administra oxigeno al paciente del otro
cuarto, contestó sin inmutarse por mi
estado de ansiedad.
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