miércoles, 16 de septiembre de 2015

LA CARRERA DEL TIEMPO



El Tiempo corre tras los minuteros del reloj que lo tienen con los nervios crispados. Ha cruzado parte del universo sin conseguirlo.  La hora Cero lo espera a la vuelta de una constelación y no está  muy contenta con su cara ovalada. El señor Tiempo ha desesperado, no recuerda los minutos pasados y lo peor, es que se le ha borrado la memoria, incluso, por momentos no sabe porqué corre. ¡Qué dilema! Piensa que si logra alcanzar a   esos endiablados podrá poner en orden sus pensamientos y dar alguna excusa a su novia la hora Cero.
Todo es un caos a su alrededor, sus cabellos se disparan en diferentes  direcciones como si un imán o un llamado universal lo estuviera manejando y los hilos  forman una aureola que no lo deja avanzar. ¡Qué contratiempo tan inoportuno!, sin el tiempo en sus cabales el cosmos es un desastre.
El señor Tiempo suda azul por sus poros, estrellas y cometas salen a su camino tratando en vano de detenerlo en su loca carrera, pero él ha tomado una burbuja que pasaba y aunque no tiene brújula, en su apuro la navega como si nada y solo confía en su intuición.
Sin don Tiempo en el espacio, la Existencia se detiene a descansar, mientras los planetas en gestación quedan paralizados de pavor pensando si tendrán futuro en el caso de que el señor no regrese  a poner en marcha los relojes cósmicos.
Algunos aerolitos  se aprovechan de la confusión del Tiempo y  golpean con entusiasmo los planetas cercanos dejando enormes cráteres en ellos, de paso, Plutón ha recibido varios dejándolo muy averiado.  Don Tiempo entra en un agujero negro para  así acortar el camino de los traviesos minuteros. Nunca antes del big bang había tenido este inusual conflicto con unos desalmados controles del reloj, sin embargo, cree que ya podrá darles alcance y tirarles las agujas hasta que les duelan. Está cada vez más enojado, las nebulosas le salen al paso pidiendo un poco de control en sus tareas, pero él no las escucha y les hace una señal de que se alejen. Por el camino ha visto varias naves espaciales varadas, son  alienígenas que andan en la conquista de algún planeta, eso le molesta bastante ya que a veces  producen graves  problemas en planetas que se encuentran en su etapa inicial de vida.

El Tiempo entra en otro agujero negro y por fin da alcance a los fugitivos. Los coge de las orejas puntiagudas y los arrastra hasta llegar con ellos al gran reloj que  está a punto de marcar la hora Cero. Le da una tierna mirada a su novia y le desea una buena labor, dando marcha al engranaje  del universo, un movimiento muy bien sincronizado. Luego se aleja a sus aposentos a descansar de esa loca carrera.

4 comentarios:

  1. Andrea Jorquera Faulkner Jijiji muy entretenido

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  2. gracias Andrea, que bueno que te gustó, besitos de mom.

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  3. interesante, comadre, creaciòn fantàstica, el tiempo y la hora cero -enyuntados- en esa loca carrera... felices fiestas patrias 2015.

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  4. gracias amiga comadre Ro, usted siempre con sus análisis perfectos. Felices fiestas patrias y a tirar la casa por la ventana antes de que venga otro terremoto. Besitos y abrazos de Marianela.

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