Dormidos entre pliegues
silentes
ocupando espacios prohibidos,
sin tocarnos, nos cobijamos
bajo la luz de la imaginación.
Eludimos las reglas,
las paredes insinuosas, atrevidas,
anuncios de presagios peligrosos.
Apenas pronuncias mi nombre
bajo sábanas clandestinas,
máscaras que esconden vergüenza
ocultas en la piel de la noche.
Amor vedado,
hiere la paz, sangra las horas y la espera,
se disuelve en la voz de los
recuerdos
por veredas crepusculares y soles a
punto de extinguirse.
Un enjambre de palabras melosas
nos asedia y enciende flamas
tormentosas,
se pierden tras desconfiadas
cortinas.
Hay un aroma fugitivo sobre la
tarde candente,
deja mensajes disimulados a través
del deseo.
No hay escondite seguro,
umbral que nos proteja,
cobija aventurera que nos haga invisibles.
Mas la flama encendida en nuestros
ojos nos delata,
nos desnuda al más leve roce,
el aletear de un beso titila en el aire y se hace fuego.
Todo eso nos hace clandestinos,
nos aísla y nos crecen alas que nos
llevan
a lugares insospechados de
nebulosas apariencias,
en donde todo es secreto,
concupiscencia,
erotismo,
un encuentro dimensional
proyectado más allá del sueño,
escondidos entre los brazos
amorosos del delirio.
César Carrasco Hermoso , apasionado.
ResponderEliminarmuchas gracias César, así son los amores prohibidos jaja.
ResponderEliminarMe gustan las imágenes de este amor furtivo...
ResponderEliminarjaja, que bien Lilia, amores secretos llenos de pasión.Cariños de Marianela.
ResponderEliminarOsvaldo Paez Me gustó tu poema, aun cuando hiere mis sentimientos religiosos...Ja...ja...ja... Perdona lo fome del chiste
ResponderEliminarjajaja la imaginación lo puede todo, gracias por tu visita, saludos Osvaldo.
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ResponderEliminarJoaquina Sánchez Fernández Muy hermoso Marianela aunque sea vedado
gracias amiga Joaquina,besitos.
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