jueves, 15 de octubre de 2020

NOCHE DE NIEBLA


 

La niebla dormía profundamente sobre la periferia de la ciudad. Callejones estrechos y malolientes se descolgaban por cualquier parte como pasillos laberínticos que, el viento penetraba desapareciendo tras una retorcida escalera.

La niebla, de pronto lanzó volutas al aire, soñaba una danza magistral por entre los árboles y cubriendo los tejados con su lengua fantasmal. Los suspiros se elevaban más allá de las chimeneas, juntándose con el aliento tibio que escapaba de las fogatas.

La niebla despierta de su mullida almohada y sale de su letargo a curiosear, entra en cada rendija que se le ofrece, enfriando el ambiente con su halo gélido. Luego se esfuma por las chimeneas como un espectro y  va deslizando su cuerpo gaseoso por el pavimento, cual precoz danzarina. De vez en cuando, la niebla llega hasta un callejón sin salida que entorpece su frágil baile, eso no le gusta y vocifera con palabras inentendibles que sólo el viento traduce y lleva lejos de las colinas circundantes para que nadie las escuche.

Deja una huella húmeda a su paso, pareciera llorar por algo que no recuerda. La noche llega a su punto final, un coro de pájaros anuncia la madrugada que irremediable abre los párpados del día. La niebla bosteza entristecida, hunde su cara en el río más cercano y se aleja sollozando en busca de consuelo hasta la noche siguiente.

 

6 comentarios:

  1. Francisco Arancibia Alvarez Hermoso relato sobre la danza de la niebla nocturna.

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  2. Muchas gracias amigo Francisco, anoche nos visitó, saluditos.

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  3. Luis Donoso Bravo Canchas Futbolito Bonito.

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  4. Mará Angélica Cuento que muestra la tristeza que parece sentir la niebla y que nos traspasa a nosotros. Me encantó porque convivimos con ella.

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  5. gracias amiga Mará, por leer mis cuentos, La niebla es algo que nos cubre cada noche, sobre todo en los puerto. Besitos

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