Apareces en el umbral del
pensamiento
como un presagio, al salir la luna
menguante.
Traspasas las fronteras de la
certidumbre
y allí estoy atada a un momento,
un segundo que se alarga sin que
pueda detenerlo.
Te deslizas siempre sobre el lomo del viento
y galopas en aras de la esencia de un beso.
Ya no sé cuando apareces,
mis ojos te aguardan sumidos en un
sueño,
hechizados por la osada luminosidad de tu presencia.
Un perfume avanza las barreras de la realidad
y la imaginación sucumbe ante tanto
goce.
El sortilegio de tus palabras en mi mente
borra las barreras tiempo,
distancia, sueño,
lo intencional de lo
circunstancial,
lo misterioso de lo seguro,
el temor de la valentía, todo eso
llega a mí
cuando te asomas con el embrujo que posees
y transformas mis inseguridades con
el roce leve
de tu encanto.
El hechizo no desaparece, aun
cuando estoy despierta,
el aroma de tu ensueño envuelve mis
pensamientos
llevándome al mundo imaginario,
en donde tengo la certeza,
habitas eternamente.
la palabra hechiza, comadre, ... bien
ResponderEliminarSíi comadre Ro, que gusto de esta visita sorpresa. la palabra es poderosa, tiene muchos recursos para convencer, hechizar y hasta para enamorar jejeje, besitos de Marianela.
ResponderEliminarJulio Angel Uranga Hermosísimo.
ResponderEliminarMarianela Puebla muchas gracias amigo Julio.
ResponderEliminarReme Galvez Que bonito
ResponderEliminarMarianela Puebla Gracias Reme, es como un sueño...
ResponderEliminarMaria Eugenia Bartolome bellisimo
ResponderEliminarmuchas gracias María Eugenia por tu amable comentario.
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